La Homeopatía se caracteriza por optimizar las potencialidades humanas, además de eliminar los síntomas propios del enfermo. Es una terapéutica catalizadora de todas las funciones humanas, incluyendo aquellas que son inherentes y distintivas del sexo femenino. Así, podemos hablar de medicamentos potentizadores e integradores de la esencia femenina. Entre ellos:
Ambrea grisea: Ayuda a desinhibir emociones y afectos, no sólo en las mujeres. A estas personas les cuesta mucho expresarse, tanto en el aspecto positivo como negativo. Estas mujeres suelen estar muy deterioradas o incluso envejecidas a consecuencia de su bloqueo existencial y por haber perdido contacto con su propia identidad. Ambrea ayuda a las mujeres que desean expresarse más fluidamente a todos los niveles.
Apis mellifica: Indicado en mujeres con gran capacidad de entrega, compromiso y trascendencia que, las más de las veces, sufrieron engaños, desilusiones o falta de entrega por parte de su pareja. Los celos de Apis, en primera instancia son a su deber, y al hecho de que su pareja no se comprometa con ella como ella lo hizo con él. Contención afectiva y sexual (Con.)
Arnica montana: Indicada en procesos de negación existencial. Mujeres que no desean “ver” lo que les sucede y expresan reiterativamente que todo marcha muy bien aun cuando sufren humillaciones, limitaciones o agresiones de todo tipo. Hay también un deseo idealista de realizar grandes hazañas y trascender en la vida, pero sin la capacidad de aterrizar tales anhelos.
Asterias rubens: Es el remedio por excelencia para las consecuencias de todo tipo de extirpaciones o mutilaciones en las mujeres. Especialmente indicado en aquellas mujeres que a consecuencia de la extirpación de sus senos o útero llegan a sentir que han perdido su condición femenina. En un sentido más sutil, estas mujeres también pueden haber sufrido un bloqueo o “extirpación” de su propia identidad femenina, por parte de su pareja, familia o de la sociedad.
Calendula: Puede sanar no sólo las heridas físicas sino también las emocionales. Potentiza la expresión artística individual y permite reincorporar aquellas funciones vitales que alguna vez fueran lastimadas. Puede ayudar a aquellas mujeres que habiendo sufrido relaciones opresivas y destructivas, se tornan reacias a encarnar nuevas relaciones y a tocar de nuevo sus sentimientos.
Cimicifuga: Mujeres que han vivido bajo gran opresión, no solo de las personas que las rodean sino de su entorno social, familiar y profesional. Llegar a sentirse asfixiadas, sumidas en la oscuridad, sin claridad vital ni certeza alguna. Muy indicado en crisis afectivas (como separaciones o rupturas) u hormonales (menopausia, pubertad). Clarifica la identidad femenina.
Dulcamara: Mujeres muy masculinas que buscan controlar su entorno familiar a través del poder económico. Esta es una mujer que crece proyectándose en sus hijos y su familia sobre quienes ejerce un férreo control en aras de un amor protector. No dejan crecer a sus hijos.
Ignatia: Estados de conflicto o shock interior, con dualidad y especialmente con ambivalencia, histeria, conflicto o impulsos contradictorios y paradójicos. Muy indicada en mujeres muy fuertes, independientes e inteligentes que, sin embargo, no tienen la capacidad de distinguir afectivamente a sus parejas, que se enamoran de personas muy destructivas o negativas, o en mujeres con gran reactividad afectiva. En separaciones y desengaños agudos y perturbadores.
Lachesis: Es el resultado de la acumulación progresiva de toda clase de tensiones, sobre todo afectivas y psicológicas. Indicada en mujeres que han sufrido severas represiones y supresiones de su personalidad y potencialidad. Con el tiempo se tornan desconfiadas, manipuladoras, celosas, dañinas y engañosas, con una locuacidad extrema y odio a todos.
Lilium tigrinum: Remedio por excelencia en aquellos casos donde existe un severo conflicto entre un impulso sexual desbocado y extraordinario, y una estructura culposa y represiva, usualmente de orden religioso. Mujeres que se sienten culpables de su sexualidad y buscan, consciente o inconscientemente, mecanismos de expiación. Gran prisa y tensión.
Lycopodium: Renuncia a su feminidad con tal de competir con más eficacia en el mundo masculino. Sin embargo, termina masculinizándose, sintiéndose limitada por su condición de mujer.
Suele ser económica y socialmente muy exitosa pero llena de minusvalía y frustración. Busca el poder a toda costa y cuida su imagen con esmero. Moralidad ambigua.
Magnesia muriatica: Cuando el deber se torna el eje central de la vida. Son responsables en extremo y pacificadoras por excelencia. No soportan que haya conflicto alguno pero terminan asumiendo los costos de los mismos o fungiendo como intermediarias o distractoras. Estas mujeres se caracterizan por hacer lo que corresponde a otros porque se sienten comprometidas con aquello “que se tiene que hacer”. Soporta y resiste, cual hormiga, grandes pesos en la vida.
Natrum muriaticum: En casos donde el rencor, el resentimiento y sobre todo la pena crónica se vuelven el motor existencial. Mujeres atadas al pasado, petrificadas en acontecimientos dolorosos de antaño, que son incapaces de vivir su presente o aspirar a futuro alguno. Son responsables, evitan a toda costa el contacto emocional y pueden aparentar alegría y apertura.
Nux moschata: Este es uno de los remedios más evasivos de la Materia Medica. A diferencia de Sulphur, Nux Muschata se evade a través de la semiinconsciencia. Estas mujeres están somnolientas todo el tiempo y pueden presentar amnesia en bloque (como Anacardium).
Platina: En casos donde a través de una arrogancia que raya en la megalomanía y de una sexualidad desbocada y grotesca, se intenta compensar una minusvalía crónica y profundamente instaurada. Estas mujeres que dicen sentirse superiores y desdeñan a todos, han sufrido fuertes rechazos, pérdidas y frustraciones acumuladas a lo largo de sus vidas.
Pulsatilla: Mujeres inmaduras y afectivamente dependientes, pero con una habilidad extraordinaria para adaptarse, ser coquetas y afectuosas con tal de obtener afecto y atención. Es capaz de “convertirse” en aquello que los demás quieren ver con tal de sentirse amada, pero suele perderse a sí misma de vista con gran facilidad y frecuencia.
Sepia: En mujeres deprimidas de manera extraordinaria, abandonadas a sí mismas, que han perdido toda ilusión y hasta su condición física y emocional de mujeres: Se tornan andróginas, indiferentes, incapaces de reaccionar y amar. Sepia es la entropía femenina en su máxima expresión, la implosión de la potencialidad femenina llevada al extremo.
Staphysagria: Mujeres que recurren a la ganancia secundaria que implica ser la eterna víctima y convertir a todos en sus verdugos. Reprimen sus emociones y potencialidades, además de dignificar su miseria existencial y su pusilanimidad.
Sulphur: Mujeres indiferentes e irresponsables, desaliñadas y sin sentido en la vida, con una aparente positividad y optimismo, y con una incomparable capacidad para justificarse.